Agregando “Valor” a los Pavimentos: Opciones Sostenibles en Vialidad

Durante la concepción de una obra vial, desde el diseño estructural de pavimentos, se busca generalmente una solución que permita maximizar el diseño estructural y minimizar los costos en el tiempo; ya sea mediante el uso de metodologías para el diseño, uso de mejores materiales, aplicación de procesos constructivos eficientes y de calidad, siempre tratando de mantener o exceder el desempeño del pavimento.

La ingeniería vial se caracteriza por la búsqueda de opciones para agregar valor a la estructura del pavimento y para ello, se recurre a diversos métodos y/o recursos que tienen como meta reducir los costos de construcción del pavimento en el tiempo.

Las estructuras de pavimento convencional han demostrado su función en la infraestructura vial, pero la necesidad de los gobiernos e industrias de construir más kilómetros con menor huella de carbono e impacto ambiental, hacen imperiosa la necesidad de optimizar las obras de infraestructura. En ese sentido, el método más común para conseguir dicha reducción, es la estabilización y el mejoramiento de los suelos de subrasante, pues acorta la medición del espesor del pavimento o de sus capas.

Si bien resulta lógico pensar que, si un pavimento parte de una mejor subrasante, el grosor de la capa subsiguiente y en general, la estructura de pavimento, será de menor envergadura independientemente del tipo de pavimento (flexible, rígido o mixto). El mejoramiento de la subrasante se puede lograr con diversas técnicas de optimización de pavimentos basado en la estabilización de suelo: sea una estabilización de suelos con cemento, con polímeros, acrílicos, cal, o una combinación de las anteriores. La técnica de mejoramiento de suelos depende netamente del tipo de suelo que se encuentre en la subrasante; también se pueden implementar otras técnicas como compactación mecánica, mezclas con suelos granulares, geotextiles, geomallas u otras. Pero si lo que se busca es durabilidad y estabilidad, la solución con agentes estabilizantes químicos tiende a tener resultados con mayor consistencia a lo largo del tiempo.

Entonces, la optimización de la infraestructura vial no solo implica mejorar el suelo y de allí re-diseñar una estructura más “delgada”. Se trata de realizar un análisis holístico del pavimento, siempre con la misma finalidad técnica de resistencia y desempeño, cuidando la calidad en todo momento en cuanto al comportamiento del pavimento. Ello teniendo también en cuenta el factor que motivó la optimización del pavimento en primer lugar, sea un motivo económico, ambiental o ambos. Se deberá considerar además, cuál es la opción que mejor se adapta a las necesidades del proyecto, desde el tipo de mejoramiento de subrasante a utilizar. Asimismo, se puede obtener una reducción del espesor de cualquiera de las capas subsiguientes al implementar la tecnología de materiales. Puede ser desde una base o sub-base mejorada con cemento o emulsión, hasta una losa de concreto o una rodadura de asfalto con componentes modificados para construir un pavimento reforzado, pero de menor espesor que, al fin y al cabo, permita agregar valor y asegurar un mejor desempeño.

Por consiguiente, la optimización de los pavimentos es el resultado de aplicar más y mejor la ingeniería en el proceso de diseño, siempre que se utilicen métodos basados en el desempeño futuro o comportamiento mediante modernos análisis matemáticos. El estudio para la optimización de pavimento es una tarea cada vez más necesaria que no solo va a permitir reducir el costo inicial en la concepción de un proyecto vial, sino que va a hacer posible la reducción de la huella de carbono de las obras y el consumo de materiales pétreos de la misma.

Por otro lado, la optimización de la estructura de pavimentos tiene como pilar fundamental el desempeño de las capas de forma individual y conjunta, basándose en la tecnología y especificación de materiales a utilizar sin necesidad de recurrir a materiales milagrosos. Contempla un diseño riguroso, individual y único para cada sección de pavimento, para cada tipo de suelo, cada tipo de tráfico, basándose en el desempeño del pavimento específico para cada proyecto según las necesidades técnicas del mismo.

Esta optimización se debe basar en investigaciones, ensayos acelerados, en la disponibilidad de tecnologías y en la especificación de materiales que permitan una reducción del espesor de las capas de un pavimento. Debe partir de metas claramente establecidas para cada caso y la simulación de los ajustes que se vayan haciendo en el diseño.

El mejoramiento de suelos es el punto de partida de una estructura duradera y eficiente ya que poseer una buena base estructural garantiza el funcionamiento del pavimento y preserva la estructura construida. Adicionalmente, dentro de los parámetros que se manejan en la actualidad, en cuanto a la huella de carbono y otros criterios de sostenibilidad, la durabilidad de la estructura es el mejor aporte que se puede hacer. De igual manera, el nuevo criterio de reciclado se afianza en la protección de la subrasante a toda costa bajo el siguiente criterio: si la estructura del pavimento no logra los estándares, la falla compromete a toda la estructura lo que nos dirige indefectiblemente a la reconstrucción.

Cuando las vías cuestan menos, es posible pavimentar más kilómetros, y mientras más duren estas, se traducirá a un mayor número de rutas de tránsito lo cual conlleva a un mayor progreso para el país.