¿IMPRESCINDIBLE? NO. INNECESARIA – LA NUEVA CARRETERA CENTRAL

El tema de la NUEVA CARRETERA CENTRAL, lamentablemente está alcanzando niveles de escándalo. Quienes apoyan el proyecto patrocinado por el MTC, aupados en el convenio Gobierno a Gobierno celebrado entre el Perú y Francia, al parecer viven en otro planeta. Al margen de los actos indebidos que pudieran haberse producido, este proyecto, resulta una ofensa directa a los Ingenieros Peruanos y a la Ingeniería en general, porque la propuesta del MTC, técnicamente es inviable y en la realidad solo representa la ejecución de una simple variante de la actual carretera central a expensas de evaluar otras alternativas o propuestas, existiendo una razón aún más poderosa que muchos conscientemente han advertido, pero no acusan la más mínima crítica y esa razón se llama RENTABILIDAD SOCIAL.

¿Cuál sería la justificación para gastar 24,000 millones de soles, que probablemente se incrementen, como ya es costumbre en nuestro medio, por lo menos en 30% más? Cifra que será cuantificada recién con los Estudios con carácter de Definitivos concluidos, para después dar paso a las Adendas. La única respuesta valedera conocida es “Tener la primera autopista de montaña en América Latina”, las otras no son para nada consistentes. Todos, sin excepción, quisiéramos tener esa maravillosa autopista, pero estoy seguro que esa no es razón suficiente, mi búsqueda de una justificación razonable ha sido intensa, pero los resultados han sido infructuosos, porque además la situación económica del Perú es aún muy delicada.

Las razones para invertir con coherencia y responsabilidad los dineros de la Nación, son abrumadoras, las carencias en educación, salud, infraestructura, seguridad ciudadana y muchas más, son harto conocidas, los índices de pobreza han retrocedido en forma alarmante, las amas de casa de los hogares de menores ingresos, ya no saben como estirar los 20 soles que llevan al mercado todos los días para servir la mesa familiar y así podríamos abundar en ejemplos, mientras el Gobierno está ensimismado con su super carretera de 35 millones de dólares iniciales por Km. No, no es posible, en términos sencillos, es un despropósito, hasta un agravio a la Nación y negación flagrante de nuestra realidad.

Este proyecto, para no mandarlo al archivo, debería ser reformulado con la evaluación de otras alternativas viables por más que estas no hayan sido contempladas desde su inicio y lo gastado hasta la fecha es diminuto comparado con los daños que causará llevarlo adelante, porque su rentabilidad económica es insuficiente, la escasa capacidad del retorno de la inversión por los ingresos por peaje, publicidad, alquiler de ductos para fibra óptica y otras inversiones colaterales, no alcanzarán ni para el mantenimiento, luego la gran inversión será siempre de cargo del Estado y lo más grave, causará daño irreparable a los distritos de la zona Este de Lima, porque el impacto vial negativo que hoy los afecta, con el caos causado por la congestión vehicular será inexorablemente mucho mayor. Este es justamente el momento más adecuado y conveniente para poder rectificar, adecuar y mejorar sustancialmente lo avanzado, sin causar mayores perjuicios y de renegociar contratos ante un daño evidente, pasos que deben darse observando estrictamente el marco de la normatividad vigente y en lo posible dentro de los alcances del Contrato G2G suscrito.

En el escenario antes descrito, considerando que Lima es una ciudad que crece hacia el norte y hacia el sur y que en la fecha tiene aproximadamente 100 Km de largo, en nuestro concepto, para resolver adecuadamente su integración con el oriente peruano y el acceso a los 2 grandes puertos, Callao y Chancay, que serán pilares de su futuro inmediato, consiste en desarrollar 3 ejes viales, paralelos a los 3 ríos cuyos valles la conforman, Chillón al Norte, Rímac al Centro y Lurín al Sur, no hay nada que inventar “la naturaleza ya lo hizo”. Siguiendo racionalmente este esquema, 2 ejes ya están resueltos y construidos, falta el tercero que necesariamente deberá ser al Sur y esa es la propuesta del GORE LIMA, cuyo trazo se inicia en La Chutana, 50 Km al sur del centro de Lima.

Se ha mostrado y demostrado; que el trazo que parte de La Chutana es una solución mucho más racional y conveniente, técnicamente superior y factible, porque entre otras ventajas, mejora la conectividad, se aleja de zonas con terrenos y suelos inestables propensos a huaycos y deslizamientos, no vulnera valiosas zonas arqueológicas, protege con responsabilidad áreas Medio Ambientales sensibles y paisajistas, ahorra sustancialmente tiempo de viaje y combustible, ayuda a la integración económica incorporando vastas zonas del territorio nacional, integrando física y económicamente a zonas muy deprimidas y con potencial, ubicadas a lo largo de su trazo, valorizando nuevas áreas y entre muchas otras ventajas y beneficios, finalmente cuesta bastante menos y por las condiciones del terreno (en cumbre) podrán estar concluidas en un plazo sensiblemente menor, la mitad del previsto para la onerosa obra y podríamos llegar directamente hasta Jauja y Huancayo (No a la Oroya).

En el caso del acceso a Lima por el norte y al Mega Puerto de Chancay, se culminarían las obras pendientes de las carreteras que ya están en gran parte construidas, de tal manera que, en menos de 1 año, ya podríamos empezar a mejorar notablemente la comunicación con importantes y emergentes regiones del Perú y al mismo tiempo habremos aliviado a la ciudad de Lima del caótico e insoportable tránsito que hoy la asfixia y además, contribuyendo de manera efectiva a ordenar el transporte público, que es la causa directa de la gran polución que afecta seriamente a la ciudad y de las pérdidas económicas que son incalculables, con el agravante alto costo social. En lugar de tirar por la borda 24,000 millones de soles más reajustes y adendas en una sola super carretera, habilitemos 3 entradas a Lima y 1 directa a Chancay. Por el Norte, Centro y Sur de la ciudad y habremos resuelto el problema con mucho menos dinero y largamente de mejor manera, beneficiando a nuestra ciudad capital.

La solución referida en el presente artículo, contempla el mejoramiento de vías existentes y la ejecución de nuevos proyectos, cuyos detalles y control son de competencia directa del MTC, pero aplicando una valoración diferente, racional e ingeniosa. Pues los esfuerzos de hoy; no pueden ni deben girar exclusivamente alrededor de una “Mega Obra millonaria” que no existe y cuyo proyecto, como se ha señalado, es técnica y económicamente inviable.

En concordancia con lo antes descrito; empezaremos considerando la intervención de la Carretera Lima-Canta-Huayllay, que llega al distrito de Carabayllo, al norte de Lima. Esta es una Vía de 210 Km, con diseño moderno, que permite el tránsito de camiones mayores a 20 m de largo, que el recorrido es 80 Km más corto que por la actual carretera central, que su exposición a huaycos y derrumbes es mínima y en automóvil se demora 3 horas desde Cerro de Pasco a Lima, la que ya no sería una vía alterna por lo menos para el 30 % del tráfico derivado de la actual carretera central, proveniente de Cerro de Pasco, Huánuco, Tingo María, Pucallpa y otros lugares (Futura conexión con Brasil) y sería para este segmento del tráfico, Vía Principal. Es cierto que a la fecha falta construir dos tramos, un primer tramo para conectarla con la Av. Trapiche, y un segundo tramo que es la prolongación de Trapiche hasta el Callao, proyectos que inexplicablemente están abandonados hace más de 50 años y probablemente aún no tengan ni expediente técnico. No obstante; se debe mencionar que hace más de 10 años la nueva vía está conectada a la prolongación de la Av. Túpac Amaru y está siendo usada inclusive por convoyes mineros, realidad y situación que puede ser fácilmente comprobada por cualquier ciudadano y a la que realmente habría que darle la condición de Urgente o Prioritaria, atendiendo el asfaltado de un tramo entre Canta y Huayllay que extrañamente va muy lento y cuyo contrato con una empresa china valdría la pena revisar.

Así mismo; y como la Av. Túpac Amaru está totalmente colapsada, la MML ya tendría lista la solución para la finalización de la Av. Universitaria, que consistiría en el empalme con la Av. Prolongación Tupac Amaru y la llegada a la Av. Trapiche ya estaría provisionalmente resuelta. En resumen; se trata de un tramo con solo 600 m de la Av. Universitaria y un intercambio vial simple, a nivel, que puede ejecutarse en un lapso de tiempo no mayor de 6 meses, tiempo suficiente para terminar el asfaltado del tramo Canta-Huayllay en ejecución.

Eso quiere decir que, en unos 6 meses, contando con la carretera Lima-Canta-Huayllay ya operativa y su ingreso por Carabayllo resuelto, el MTC podría disponer que el Tráfico Pesado, incluido el que proviene de Huancayo, el que recorrería aproximadamente la misma distancia, utilice esta nueva vía y el Tráfico Liviano circularía por la actual carretera central. ¿Qué sucedería? De inmediato se descarga la carretera central incluyendo gran parte del tráfico pesado proveniente de Huancayo, EN MÁS DE 50 %. ¿Y la Mega Obra de 24,000 millones? ya no parece tan imprescindible, así de simple, practico y sencillo. ¿Cuánto se gastó? Como estas pequeñas obras están presupuestadas, hasta ahora prácticamente NADA. ¿Por qué no se hace? ¿Tal vez porque los estudios de tráfico ya no justificarían a la llamada NCC?

Igualmente; si por la evidente menor demanda no se justifica una autopista, la nueva carretera planteada por el GORE Lima que se iniciaría en La

Chutana, se replantearía con un diseño mejorado respecto al utilizado en la Carretera Lima-Canta-Huayllay (Sólo de 2 carriles con bermas amplias), tendríamos una excelente solución, cuyo costo podría estimarse en unos US $ 1,500 M, equivalentes a 5,550 millones de Soles y estaría lista en máximo 4 a 5 años ¿Qué acontecería? Al entrar en servicio la nueva vía por La Chutana, de la Mega Obra ya nadie hablaría, habrá sido una pesadilla y el tráfico se distribuye entre las 3 carreteras, evitando la terrible concentración propuesta.

No obstante, los defensores de la mega obra dirán que esta medida alteraría el tráfico de los aprox. 600 camiones que abastecen el mercado mayorista de Santa Anita. Esos camiones llegaran a Lima y temporalmente entraran a la Panamericana Norte por la Av. Trapiche (Comas) y el tráfico de dicha vía deberá ser considerado por los transportistas, pero esa incomodidad es preferible a los atrasos y perdidas causados por la carretera central. La estiba de 5,000 vehículos que distribuyen en los mercados de abastos que se realiza entre las 2:00 am y las 6:00am no se verá afectada.

Respecto al acceso directo al Mega puerto de Chancay, estaría resuelto con la vía Lima-Canta-Huayllay, usando la Panamericana Norte. No obstante, debemos advertir que precisamente en Huayllay empieza el corredor Huayllay-Acos-Huaral, cuya administración y mejoramiento está a cargo del MTC y Huayllay está ubicado y conectado por carretera asfaltada con la carretera central en el punto denominado Unish, entonces está resuelta la conexión directa del oriente peruano al Mega Puerto de Chancay, sin viajar hasta Lima para tomar la Panamericana, opción que aliviaría el tráfico en la carretera Lima-Canta-Huayllay, corredor que ya debería estar en plena ejecución.

¿Qué podrían decir los defensores de gastar 24,000 millones? Saldrían prestos, luciendo chamuscados blasones, a criticar la posible sobrecarga que sufriría la carretera Panamericana Sur, para lo cual se tendría que considerar que durante los 4 o 5 años que duraría la ejecución de la carretera que parte de La Chutana, será tiempo suficiente para tener operativo el Periférico Sur, que dicho sea de paso, los Ingenieros de la Comisión de Transportes del CD Lima, ya tienen una propuesta muy interesante que resuelve además grandes problemas de asentamientos humanos primordiales como puede ser Manchay, propuesta que seguramente pronto formará parte de la agenda de la referida Comisión de Transportes. El Periférico Sur además aliviará el tráfico de la carretera Panamericana y salvará del caos a los distritos limeños de Lurigancho (Chosica) Ate Vitarte, Santa Anita, La Molina y La Victoria, que hoy son víctimas de un nefasto impacto vial.

El importante Periférico Sur recibiría el tráfico proveniente de La Chutana y parte de la Panamericana Sur, aliviando el actual muy complicado tramo desde Atocongo hasta el peaje de Separadora Industrial, el cual discurriría de Sur a Norte por dicho periférico hasta encontrarse probablemente con el Anillo Vial Norte en ejecución. Esta conexión podría ser en un lugar cercano a Puruchuco. ¿Que se logra con esta obra adicional? Que del tráfico proveniente de la Panamericana Sur, de La Chutana, de la carretera central, de la carretera Lima-Canta-Huayllay y de la Panamericana Norte, sea entregado ordenadamente, rápido y seguro a una especie de vía colectora, conceptualmente paralela al mar, conformada por el Anillo Vial Norte y el Periférico Sur y por el efecto “peine”, que se conformaría y/o complementaria de manera adecuada con las vías arteriales de Lima, llegando así los usuarios a su destino sin provocar mayores perturbaciones a la ciudad. Esquema que será perfecto cuando dispongamos del Periférico Norte, del cual ya se habla en la Comisión de Transportes del CIP CD Lima.

Una muy buena decisión sería que el MTC licitara un paquete conformado por la Carretera que parte de La Chutana conjuntamente con el Periférico Sur, porque también atendería un gran componente de tráfico urbano y podría resultar rentable y de mucho interés para ser concesionado, lo que sería fabuloso.

Los estudios de Tráfico y de Impacto Ambiental que se deben de realizar previamente por especialistas confiables, confirmarían la esencia, consistencia y validez de esta propuesta y en todo caso, ayudarían a perfeccionarla aún más, en beneficio directo del país.

Finalmente debo dejar claramente establecido que todo lo que me he permitido escribir en esta oportunidad, se viene discutiendo desde hace muchos meses en la Comisión de Transportes del CIP CD Lima, presidida por el Ingeniero Luis Vera Barandiarán e integrada por Ingenieros de muy alto nivel profesional, con amplia experiencia nacional e internacional, que aman y conocen profundamente el Perú y de quienes tenemos mucho que aprender.

Mi intención es tan sólo poner en valor un patrimonio muy importante, conformado por carreteras, que por muchos años han sido inexplicablemente desatendidas y que, integrándolas con criterio económico, técnico y operacional, junto con los nuevos proyectos que están en camino, producirán sinergias que nos permitan resolver los grandes problemas de infraestructura que tiene el Perú y en especial la ciudad de Lima, de la mejor manera y a costos muy razonables.