EDITORIAL: NOVIEMBRE, 2024

La APEC y el puerto de Chancay

La pertenencia del Perú al grupo de la APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation) desde 1998, gracias al apoyo del gobierno de Japón al gobierno de Fujimori de ese entonces, ha permitido que nos interrelacionemos con más intensidad, con varios de los países protagonistas del “milagro económico asiático”, quienes han tenido un gran salto en su desarrollo, desde un nivel de ingresos percápita menores que Perú, a ingresos mucho mayores que Perú, en apenas una generación (3 a 4 décadas). Esta pertenencia al APEC, también ha permitido que tengamos un crecimiento importante en nuestro comercio exterior, principalmente con los países del entorno (principalmente China), representando del orden de 2/3 de nuestro comercio global; con un incremento de nuestras exportaciones en 14.7 veces y de 7.5 veces en nuestras importaciones, desde 1998 a la fecha. La mayoría de nuestro comercio está bajo el amparo de tratados con países que presentan bajos aranceles, al igual que el Perú, de tal manera que varios sectores económicos se mantienen en libre competencia con el mundo, ocasionando que la economía peruana tenga una alta productividad, comparado con otros países de Latinoamérica con altas barreras arancelarias (como el Mercosur).

La reunión del APEC en noviembre del 2026 en la ciudad de Lima, ha coincidido con la inauguración del puerto de Chancay, que tiene el calado y las instalaciones necesarias para admitir buques portacontenedores ultra grandes, con capacidad de más de 18,000 TEUs. En la costa del pacifico americano, se tiene este tipo de puertos, solo, en Manzanillo (México), y en Long Beach (California). La parte de nuestro comercio exterior que se dirija o venga del Asia y que haga uso del puerto de Chancay, tendrá un ahorro del orden de 10 días, al evitarse los transbordos desde buques de menor capacidad, con los consecuentes importantes ahorros logísticos e incremento de la competitividad. Las tarifas portuarias han sido ya definidas, y en la mayoría de los Ítems, son más económicas que la de los concesionarios del puerto de Callao (DP World Callao, APM Terminals); sin embargo, antes de la inversión de la asociación Cosco-Volcan (propietarios del puerto con el 60% y 40% de participación), no se ha definido la manera de controlar las tarifas, por descuido del gobierno peruano, a través de la APN (Autoridad de Puertos Nacional). Por otro lado, Puerto Chancay ha declarado que desconoce distintas competencias de OSITRAN (Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público) sobre sus operaciones, a pesar que el terminal participará del mercado de servicios portuarios. OSITRAN ha sido respaldado por la Presidencia del Consejo de Ministros, y le recordó a la empresa sus obligaciones. Si no cumple, explicó, podrían iniciarle procesos sancionadores. La compañía, mientras tanto, plantea la posibilidad de llevar el tema “a las instancias que correspondan”. Esperemos que estas controversias se solucionen, y que se mantengan tarifas razonables de parte de Puerto Chancay, para de una vez trabajar con otro motor en el desarrollo nacional, y que no solo sea ventaja para China; caso contrario, estaríamos cediendo en nuestra soberanía.

La ruta al desarrollo que el Perú debe seguir

La ruta hacia el desarrollo que siguieron los países de APEC, protagonistas del “milagro económico asiático”, son casi similares; sin embargo, el Perú no está siguiendo estos mismos derroteros, que, si no lo hacemos, no podremos aprovechar nuestra pertenencia a la APEC, ni los servicios del Puerto de Chancay, para poder superar el subdesarrollo. Por ejemplo, al no tener una mano de obra técnica y altamente especializada, va a ser difícil que podamos atraer inversión que permita elaborar productos de exportación con alto valor agregado.
Ocurre, por ejemplo, que en los test PISA que miden las habilidades en matemáticas-ciencias-lectura de los alumnos en edad escolar, los países asiáticos del APEC (Singapur, Hong Kong, Japón, Taiwán, Corea del Sur, China) tienen los puntajes más altos del mundo (550-600), por encima de los países europeos y Estados Unidos (475-525), y mucho mayor a los obtenidos por Perú (400). Ocurre también que estos países tienen universidades en ciencias e ingeniería, entre las mejores del mundo. Por ejemplo, entre los 20 mejores programas de ingeniería civil en el mundo, tenemos 4 chinas, 6 americanas, y el resto, repartido entre Asia y Europa; mientras que entre las 200 mejores del mundo, no hay ninguna peruana. Algo similar ocurre para los programas de postgrado en ingeniería.
Tanto Japón, como Corea del Sur, y China, dieron un impulso inicial a sus grandes conglomerados de empresas, con ayudas futuras, condicionadas a sus resultados, tales como contratos estatales, implementación de la infraestructura pública requerida, protección arancelaria inicial y decreciente en el tiempo, etc. Todos estos países cerraron sus brechas en infraestructura con la participación de sus propias constructoras; mientras que, en el Perú, debido a la inacción del gobierno, esta brecha se sigue acumulando, y las pocas veces que se avanza algo, los contratos más importantes se dan a constructoras extranjeras, principalmente a brasileñas hace 2 décadas, a españolas desde hace 1 década, y a chinas, últimamente.

Otro tema, es el bajo índice de criminalidad y de corrupción en estos países asiáticos del APEC, en contraste con lo que ocurre en Perú. Esto es así, debido a las penas severas y efectivas de esos países.

En el Perú estamos bien encaminados, en lo que se refiere a la dinámica de nuestro comercio exterior, y al mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos; sin embargo, estamos retrasados en el nivel de educación; en la falta de apoyo a los grandes conglomerados nacionales, sobre todo a las empresas constructoras y de ingeniería; tenemos un deficiente sistema de justicia que permite altos niveles de criminalidad; y una tremenda falta de planificación e institucionalidad. En tanto no corrijamos estas deficiencias, seguiremos empantanados en nuestro desarrollo, con el peligro que, en 2 o 3 décadas, nos estemos lamentando que hasta India nos vaya a superar en nuestro ingreso per cápita, tal cual ahora estamos comprobando que China nos ha superado ampliamente.

Cierre del año 2024

En la revista COOVIAS seguiremos presentando en el 2025, artículos técnicos e información de productos en las diversas áreas de la ingeniería, y en la editorial, seguiremos insistiendo con las recomendaciones necesarias que impulsen nuestro desarrollo.