¿Qué Modelo de Ciudad Estamos Haciendo?

Lima está viviendo un proceso esquizofrénico del que algo bueno podría salir: de un lado, altísima inseguridad, desempleo, conflictos inmobiliarios, contracción de la inversión, pero de otro lado recibe galardones, reconocimientos y unos anuncios nunca vistos en inversión pública y privada pero que levantan preguntas.

Ya está decidido el trazo de la nueva Carretera Central por la cuenca de los ríos Rímac y Lurín con un monto de S/ 29 000 millones. También está corriendo el Anillo Periférico Vial Norte con un monto de casi USD 3000 millones y el Viaducto Santa Rosa del Costa Verde al Aeropuerto por aproximadamente S/ 1000 millones.

Amén de los S/ 1000 millones que el alcalde de Lima ha obtenido mediante Bonos, sin contar con el Puerto de Chancay y la Línea 2 del Metro y el aeropuerto.

La primera pregunta es si el costo — beneficio de cada inversión es positivo y la respuesta no es clara.

Lima tiene una intensa tendencia de crecimiento Norte-Sur, desde Chancay hasta Cañete y con varios ejes de conectividad. Pero solo tiene 1 eje Este-Oeste y es la antigua Carretera Central y el ferrocarril. ¿No tendrá más sentido potenciar el ferrocarril y abrir un nuevo eje en otra cuenca con la propuesta del Colegio de Ingenieros y con una inversión menor en S/ 9000 millones? ¿Qué integraría de un modo más equitativo la mancha urbana con el Ande y la cuenca del Atlántico?

El municipio de Lima como responsable del desarrollo urbano tendría que pronunciarse con una reflexión que nos señale a qué modelo de ciudad por acción u omisión nos están llevando estas inversiones, con un ingrediente adicional ignorado hasta el momento: la gente.

Johanny Gonzales es una dirigente de Independencia en Lima Norte que representa a las aproximadamente 10 000 familias de SJL, El Agustino y Ate afectadas por el Periférico Vial Norte que deben abandonar sus casas y que viven ahí hace más de 50 años. Dice que: “No aceptan que les paguen por dejar atrás sus vidas”. En el Callao 100 000 familias, comerciantes y estudiantes se sienten afectadas por el Viaducto Santa Rosa pasando encima de sus cabezas.

Nos preguntamos ¿qué modelo de ciudad estamos impulsando, cuyo precio pareciera ser el sufrimiento y el rechazo de miles de familias o el cuestionamiento de Colegios Profesionales?

Si sumamos todos los grandes proyectos arriba mencionados estamos frente a una inversión que podría bordear los USD 20 000 millones. Creo que se hace necesario un debate que nos ilumine respecto a la ciudad que estamos haciendo con esa inversión. La movilidad y la infraestructura son un medio para hacer ciudad no son un fin. Pueden contribuir a una ciudad justa y democrática o una ciudad clasista y segregada. No hay viaducto bueno o viaducto malo. Todo depende de la visión de ciudad de la cual forma parte.

No nos queda claro si esos proyectos son la prioridad indiscutible en Lima. Con la 1/5 parte de esa inversión hacemos las primeras 100 000 viviendas de interés social y con la 1/10 parte recuperamos una Costa Verde con playa, malecón e isla San Lorenzo desde Chorrillos hasta el Callao. Pero ocurre que no hay una hoja de ruta que explique y estructure las inversiones. ¿Son conejos de un sombrero?

Publicación original: Revista Caretas, 29/02/2024