EDITORIAL: SEPTIEMBRE, 2023

La revista COOVIAS está constantemente analizando las diversas situaciones que no permiten al país construir la infraestructura que tanto necesita para su desarrollo, de manera oportuna y a precios razonables; por lo que en esta oportunidad tocará el tema de las consecuencias del fallido proceso de descentralización, que se limitó a la distribución de recursos y responsabilidades hacia instituciones subnacionales sin capacidad técnica ni de gestión.

En las décadas de 1980 y 1990, cuando América Latina dio un viraje desde los regímenes dictatoriales a los democráticos, se redactaron nuevas constituciones y se tomo conciencia de las pasadas experiencias, marcadas por el centralismo, por lo que muchas de esas democracias delegaron competencias y responsabilidades a los gobiernos locales.

Como resultado, entre 1985 y 2015, el porcentaje de gasto publico controlado por niveles subnacionales de gobierno casi se duplicó hasta alcanzar el 25% del total. El Banco Mundial y otras instituciones aplaudieron esa ampliación del gasto, pues estimaron que los gobiernos locales responderían mejor a las necesidades de sus electores.

Sin embargo, un documento de investigación realizado por Antonella Bancalari, PhD, economista senior e investigadora de la University College de Londres, podría hacer reflexionar a quienes promueven y defienden la descentralización.

Bancalari examinó un plan en Perú con un presupuesto de US$ 3000 millones destinado a construir sistemas de alcantarillado entre el 2005 y 2015. 1800 municipalidades del país asumieron el liderazgo de los proyectos. La investigadora descubrió que las malas prácticas de construcción de esas obras incrementaron las muertes infantiles. La tasa de mortalidad de niños menor de 6 meses aumentó 6% en promedio, y 3% en niños menores de 5 años, en los lugares donde las obras habían concluido. La mayoría de esos fallecimientos habían ocurrido por enfermedades transmitidas por el agua, en acequias que corrían por zonas de construcción que era el tipo de pesti-lencia que las obras tenían que eliminar. El riesgo de ocurrencia de este tipo de muertes se eleva cuando los proyectos son detenidos a medio construir. Este fue el caso en el 85% de las municipalidades. Para el final del periodo en estudio, el 40% de los proyectos estaba paralizado.

El Banco Interamericano de Desarrollo estima que la ineficiencia en el modo en que los gobiernos locales gastan en Argentina, Brasil, Colombia y Perú, desperdicia el equivalente del 2% del PBI anual de cada uno de esos países en promedio.

Por otro lado, contar con demasiado dinero puede ser perjudicial. A mitad de la década del 2000, el Estado peruano dispuso que la mitad de la recaudación del impuesto corporativo pagado por empresas mineras fuese destinado a los gobiernos subnacionales (regionales y municipales) de las jurisdicciones donde se realizaban actividades mineras. Cuando las cotizaciones de los minerales se dispararon, los gobiernos subnacionales recibieron inesperados y gigantescos recursos fiscales. En uno de ellos, Áncash, los 4 gobernadores regionales que estuvieron en el cargo entre el 2006 y 2018, fueron detenidos por acusaciones de corrupción (tres han recibido pena de cárcel, mientras el otro estuvo en prisión preventiva, fue liberado, pero continúa siendo investigado por las autoridades).

Otro estudio halló que los conflictos sociales se intensificaron en las regiones que recibieron los mayores montos de dinero, probablemente azuzados por aboga-dos tinterillos. Sin embargo, la descentralización sigue siendo popular. Creemos por tanto, que una solución parcial, es que las mineras se encarguen de la implementación de la infraestructura requerida que el Estado no es capaz de eje-cutar en las regiones mineras, a través del mecanismo Obras por Impuestos.