LA NECESIDAD DE IMPLEMENTAR UN INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES ELECTROMECÁNICAS EN EL PERÚ

La fabricación de aparatos electromecánicos debe, necesariamente, sujetarse a Normas Internacionales para su aceptación en el mercado local y del exterior. Dichas normas definen ciertas características que deben ser satisfechas para lo cual es imprescindible someter a los productos a determinadas pruebas de calidad, tanto de rutina como de prototipo (esta últimas también denominadas “especiales”).

Las pruebas de rutina son aquellas a las cuales son sometidos los aparatos al término de la fabricación; estas deben realizarse en el laboratorio del fabricante del producto. Pueden ser exigidas a cada uno de los aparatos o en su defecto a algunos de estos seleccionados de forma aleatoria. Las pruebas prototipo son las que se realizan en una unidad en un laboratorio especializado; realizada la prueba de un prototipo esta sirve para respaldar el cumplimiento de las normas de todas las unidades similares fabricadas en el futuro hasta el desarrollo de un nuevo prototipo.

El sometimiento de nuestra industria a las exigencias de las Normas Internacionales, lo que se deriva de un adecuado control de calidad, le permitirá ser competitiva tecnológicamente.

Adicionalmente, y esto es muy importante, un adecuado control de calidad durante el desarrollo y pruebas del prototipo, permitirán al fabricante situar sus costos en un nivel eficiente. Es sobradamente conocido que, a falta de recursos tecnológicos, se tiende a sobre-dimensionar, elevándose los costos innecesariamente y por ende perdiéndose competitividad en el precio final del producto.

En nuestro país existen miles de equipos fabricados localmente para la distribución de energía eléctrica desde los años 50 del siglo pasado, equipos que han subsistido a las condiciones climáticas y ambientales más exigentes, desde los arenales y zonas con alto ambiente salino a lo largo de la costa las alturas de la Cordillera de los Andes a más de 5000 m s. n. m., con frecuentes descargas atmosféricas, hasta los climas de la selva tropical y por tanto han demostrado que su calidad es inobjetable. No obstante, esta cualidad demostrada de equipos en servicio a lo largo de los años no es suficiente pues entidades tanto públicas como privadas exigen la certificación del cumplimiento de normas internacionales (generalmente europeas) mediante pruebas de un prototipo.

La Necesidad de un Instituto Nacional de Investigaciones Electromecánicas.

Nuestros ingenieros y técnicos han acumulado mucha experiencia de aplicación de equipos electromecánicos en todos los terrenos, pero es una experiencia desordenada, no clasificada debidamente de manera que sólo se aplican las Normas Internacionales que muchas veces no alcanzan a cubrir todas las exigencias que aquí conocemos.
Requerimos entonces ordenar toda la experiencia dispersa, investigar materiales, desarrollar aparatos electromecánicos a la medida de nuestras necesidades y seguramente también de otras latitudes exportando de esta manera productos con alto valor tecnológico agregado.

¿Y por qué cada fábrica instalada localmente no invierte en desarrollo tecnológico alineándose con el criterio en boga de que cada quien debe “bailar con su propio pañuelo” sin la intervención “distorsionadora” del Estado?. La respuesta es simple: porque se requiere de una inversión inaccesible tanto para nuestras empresas como para cualquier otra del exterior de manera individual. Sin embargo, las empresas del exterior cuentan, en sus respectivos países, con instituciones que brindan estos servicios como es el caso de la CEPEL en el Brasil, CESI de Italia, LABEIN en España, Universidad Autónoma de Guadalajara en México, Universidad de Valle en Colombia, etc., etc. Estos laboratorios no se limitan a realizar pruebas de productos terminados, sino que también se realizan pruebas de materiales (insumos) componentes de dichos productos terminados.

Por consiguiente, condición esencial para que nuestra Industria Electromecánica se desarrolle y sea competitiva, es la implementación, a corto plazo, de un INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES ELECTRO MECÁNICAS, y esta entidad, sería muy rentable siempre que se mida la rentabilidad con la vara que se mide el desarrollo nacional pues serviría para que nuestros estudiantes de pre grado así como los ingenieros y técnicos se sientan invitados a materializar sus proyectos con la confianza de contar con un ente de apoyo de la naturaleza propuesta.

Es pertinente insertar aquí el siguiente artículo de nuestra Constitución:

Artículo 14.-. Es deber del Estado promover el desarrollo científico y tecnológico del país.

FINANCIAMIENTO

Como la entidad estaría al servicio de las universidades y las empresas privadas del sector electromecánico y afines, todas estas pagarían una tarifa para realizar sus investigaciones. Por otra parte, todas las Pruebas Prototipo que demanden las empresas estatales para sus compras de productos electromecánicos, deberían realizarse obligatoriamente en este Instituto. Sumados los ingresos por los servicios prestados a las entidades públicas y privadas así como los indirectos obtenidos por el incremento de las exportaciones y reemplazo de importaciones de estos productos, estimo que un proyecto de la naturaleza propuesta se autofinanciaría en un tiempo razonable de años y sus beneficios, serían extraordinarios para el desarrollo tecnológico de nuestro país.

PRODUCTOS QUE YA SE FABRICAN EN PERÚ

Actualmente ya se producen en nuestro país, diversos aparatos para la distribución eléctrica y otras aplicaciones. Refiriéndome tan solo a los destinados para la transmisión y distribución de energía eléctrica en las imágenes que acompañan este artículo se muestran algunos de los productos que se fabrican localmente por empresas establecidas no solo en la capital, sino también en Arequipa, Ica, y varios polos industriales en el norte de nuestro país.

Todos estos productos requieren ser sometidos a las pruebas de prototipo que demandan las normas internacionales. Como ya se ha dicho, su ejecución en laboratorios extranjeros es muy oneroso para los industriales locales.

Pero la pregunta crucial sería, vale la pena que en nuestro país se investigue y se desarrolle tecnología en el campo de la generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica, o tal vez sería mejor importarlos de los diversos países asiáticos, con cero arancel y dedicarnos solo a la explotación de los recursos naturales y exportarlos sin el mayor valor agregado?

Está claro que nuestro país está inmerso en el “mundo globalizado” y no se puede pretender divorciarnos de los avances tecnológicos de otras latitudes sobre todo teniendo en cuenta que en aquellas el marcado de las empresas, no está limitado a su mercado interno sino el mundo.

Para finalizar este breve artículo cito las palabras del presidente Ricardo Lagos de Chile durante la Convención Minera celebrada en Arequipa en el año 2007 (¡a la fecha, hace 15 años!): Este va a ser el siglo del XXI., “o somos capaces de avanzar con nuestra ciencia, nuestra tecnología, con nuestras patentes, o vamos a continuar comprando patentes en el mundo exterior y pagando reyalíes por ellas”.

Artículo publicado originalmente en la revista de la Asociación Electrotécnica Peruana en el año 1986. Actualizado con motivo de esta publicación.