Desde la antigüedad, la humanidad ha construido estructuras para retener el suelo y contenerlo en un ángulo más pronunciado de lo que sería posible de forma natural. A menudo nos enfrentamos al mismo reto hoy en día cuando tratamos con el suelo. Cuando se trata de taludes con poca capacidad portante, cuando el suelo debe soportar cargas extremas, como las pilas de residuos mineros y los taludes rocosos en los que un camión minero cargado puede pesar más de 300 t, o incluso cuando la construcción tiene lugar en zonas sísmicas, los muros de contención y las estructuras de refuerzo del suelo pueden resolver el problema de la retención de tierras.
Nuestra experiencia se ha forjado a lo largo de 100 años resolviendo problemas de estructuras de contención e innovando continuamente nuestra oferta de soluciones probadas y certificadas. Además, en colaboración con instituciones y profesionales de primera línea, nos esforzamos por encontrar nuevas soluciones y herramientas para el desarrollo de proyectos y aumentar la vida útil de nuestras estructuras de taludes y suelos reforzados.
