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EDITORIAL: NOVIEMBRE, 2021

Editorial • Ed. noviembre, 2021

España tuvo un boom constructivo hace unas pocas décadas (1987-2007), en los que logró llevar su infraestructura desde un nivel de mediano desarrollo a otro de alto desarrollo, al nivel de Europa del Norte, con nuevas y modernas redes de tren de alta velocidad, líneas de metro, autopistas, etc. Tuve la suerte de haber participado de ese boom, después de haberme ido del descalabro económico en el que el gobierno de A. García dejo a nuestro país. Regresé de España a fines de los 90, soñando en que algún día se replicara ese boom constructivo en el Perú, de tal manera que nuestra infraestructura pudiera estar, por lo menos, a un nivel de mediano desarrollo. Sin embargo, a los pocos años de haber regresado al país, me di cuenta de que eso iba a ser difícil, en tanto no se mejorara el nivel profesional de las instituciones decisorias y se respetara la meritocracia (MTC, MVCS, etc.), y por sobre todo, en tanto no se respetara las decisiones técnicas por sobre las decisiones políticas 1 . Pude comprobar personalmente, este contexto desfavorable, cuando 2 veces estuve como asesor del MTC, para la carretera Interoceánica y otras carreteras (2002-2004) y para la L2 del Metro (2012). De poco sirvió que ganara concursos para el puesto de asesor, pues por advertir de los numerosos errores que se estaba cometiendo con varios proyectos, finalmente tuve que dejar el MTC, en las 2 oportunidades; mientras que quienes aprobaban indebidamente estos proyectos, terminaban subiendo a los más altos cargos del MTC (viceministro, director de provías nacional, etc.).

Todas estas situaciones ha ocasionado que se tomen decisiones incorrectas en la priorización de los proyectos a ejecutarse, optándose por proyectos que no debieran ejecutarse (ej.: Refinería de Talara), sobreestimando los benefi1 Artículo “Importancia de la calidad de los estudios en los proyectos de infraestructura de transporte”, Edición de enero 2021 de la Revista COOVIAS. sobreestimando los beneficios y subestimando los costos (ej.: Carretera Interoceánica), diseñando contratos defectuosos para el Estado (ej.: L2 del Metro), embarcándose en proyectos sin demanda ni financiamiento asegurado (ej.: Gasoducto del Sur), etc.

El diagnostico de nuestra situación y las propuestas de solución para salir de esta entrampamiento típico de países de mediano desarrollo, lo he explicado en numerosas oportunidades para el caso de la infraestructura de transporte 2 ; sin embargo, con mucha tristeza, veo que en este año 2021, estamos no solo yendo en el sentido inverso, con el copamiento de los más altos cargos públicos, como respuesta a los intercambios de favores, antes que por meritocracia; y lo que es peor, con la intención de echar por la borda, el avance que hemos logrado como país, en los últimos 30 años, dentro del modelo de economía de mercado, para posiblemente retroceder nuevamente a una economía controlada, con alta participación estatal, y con decisiones populistas, que solo redundan en la satisfacción de corto plazo, más no, en el desarrollo de largo plazo. Por el bien de nuestro querido país, Dios quiera que se reviertan los errores que se están cometiendo, y que pronto podamos volver a tener y se haga realidad ese sueño de un país con una infraestructura moderna que apalanque nuestro desarrollo; es decir, que siquiera empecemos a ver la luz al final del túnel.

Finalmente y siendo esta edición la última del año 2021, queremos agradecer a todos nuestros anunciantes y lectores los cuales han recibido todas las ediciones sin costo y la seguirán recibiendo igual, esperando seguir juntos en el nuevo año 2022.

Escrito por

Ing. Jorge Coll Calderón, M.Sc., MBA

• CIP 18667
• M.Sc. U de Texas-Austin, MBA-ESAN

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