IGNORAR PLANES ES GENERAR DESASTRES

El escenario de estos días en el poblado de Aguas Calientes, que es el poblado de Machu Picchu, es muy revelador de los absurdos frecuentes en nuestro país, en cuanto a que no se cumplan los planes y a que se gestione nuestras ciudades ignorándolos.

En el año 2000, hace 22 años, se hizo por concurso una convocatoria para el ordenamiento del poblado Machu Picchu, ante la amenaza, además, de que la UNESCO pudiese retirarle al Perú la condición de Patrimonio de la Humanidad, que Machu Picchu tiene en doble significado: como patrimonio construido y también como naturaleza.

Este concurso tuvo un respaldo internacional y se hizo con apoyo de Finlandia y en coordinaciones directas con UNESCO. El reto era hacer que el poblado de Aguas Calientes, cuyo nombre es Machu Picchu, ya no fuese como venía siendo y ha seguido siendo.

Es una grave perturbación del espacio patrimonial de la importancia de Machu Picchu como Patrimonio de la Humanidad.

Fui el Director liderando ese plan. Lo trabajé con un equipo plural, con una fuerte composición del propio mundo académico y profesional cusqueño. El centro de estudios Guamán Poma de Ayala intervino y también el entonces Rector de la Universidad, así como expertos en turismo, profesionales diversos y un comité consultivo, que incluyó historiadores, arquitectos y personajes de diferente trayectoria, pero concurrentes todos a la salvaguarda del Cusco y de su historia.

Hicimos un plan multidisciplinario muy exhaustivo: hubo estudios de riesgo, que se hicieron estudiando la morfología del territorio, para que se pudiese asegurar que las lluvias o cualquier eventualidad, granizo y otros eventos climáticos que puedan ocurrir, no generen desprendimientos amenazadores. Y luego en base a esas premisas hicimos la propuesta de ordenamiento del poblado. Ver imágenes.

Ya conviene decir que Aguas Calientes es un poblado muy reciente. En la práctica se generó porque dejó de operar una estación más abajo, camino de la Selva Alta, y al anularse ese tramo, que era el último del ferrocarril desde el Cusco, se terminó habilitando la estación de Aguas Calientes que era la previa. Era la penúltima, para desarrollar allí las llegadas y salidas hacia el monumento Machu Picchu. Esto indujo a que se forme un poblado improvisado, en un suelo no muy aparente para tener una población.

En todo el valle de Urubamba los poblados están en cotas que no están al borde del cerro, por la amenaza climática evidente de que pudiese haber desprendimientos y desbordes de cuerpos de agua por las lluvias. Entonces Aguas Calientes en realidad es un poblado muy improvisado, y por eso es que el plan urbano estudió todo eso y delimitó los bordes, que no debían irse más lejos.

Y se propuso, sector por sector, cómo organizar ese desarrollo. Y además se diagnosticó cómo Aguas Calientes aprovechaba muy poco el turismo, pues el turista pasaba de perfil, iba simplemente del tren al bus, del bus a Machu Picchu y regresaba corriendo y el poblado terminaba siendo simplemente un lugar de paso.

Desaprovechando que el clima es muy grato, que el espacio tiene hotelería y servicios.

El plan fue un plan dialogado con la sociedad. Fue presentado dos veces en una asamblea con todos los pobladores que quisieron asistir, y aprobado las dos veces por aclamación, sin objeciones. Fue aprobado luego por el municipio y fue materia de talleres que se hicieron con Cultura (en la época INC) y también con el Ministerio de Turismo y con todos los participantes relevantes para las decisiones. Y acudieron a estos talleres los guías, los operadores turísticos, los hoteles.

Por lo tanto, el plan dialogó y recogió las expectativas y formuló las pautas de prioridad y de selección de los proyectos claves. Y después iniciamos el planeamiento físico concreto y de reglamentación. De manera que el plan es un plan ya cerrado, concluido y aprobado. Con proyectos y planos. UNESCO estuvo informada siempre y aprobó el plan. Por lo tanto, hace 20 años y más, que existe una herramienta para poder ordenar y mejorar ese poblado, pero eso se ha ignorado y se ha ninguneado.

Nuestros políticos, que con frecuencia andan buscando votos, terminaron convirtiendo esto en populismo. Darle regalos al distrito de Aguas Calientes, que es un distrito muy reciente, y cuya población era más una población flotante, que iba y venía a diario desde el Cusco. Le dieron una parte del boleto turístico y le generaron a esa alcaldía un recurso enorme y diario de ingresos. Y el alcalde empezó a hacer lo que le pareciese. Se tuvo esa situación de acumular improvisaciones. Y el Plan, pese a estar aprobado por la Municipalidad, fue simplemente referencial.

Ese plan urbano tiene propuestas muy concretas: la primera era asegurar que las caídas eventuales de lluvias no generasen que el agua fuese una amenaza.

El río Aguas Calientes, y también, una torrentera que baja al río Vilcanota, el que se carga y lleva un caudal muy grande en las épocas de lluvia. Y por lo tanto el plan prevé dónde y cómo aumentar ese espacio necesario para llevar el agua, el caudal, bajando la cota inferior o rasante del río y generando un “canal” redimensionado en el río Aguas Calientes. Y frenar también el impacto de la caída de ese río, porque podría seguir su curso en línea recta a través del pueblo, inundándolo Con elementos que frenan la velocidad y que van quitando la amenaza del río cuando se carga.

Todo eso se ignoró. En vez de cumplir el plan se hizo un trabajo escenográfico y superficial, pero no se hizo lo que el plan mandaba, pese a que hay planos de obra, pese a que hay diseños para materializar todo eso.

El proyecto incluyó a los malecones, incluyó los puestos para el mercado. E incluyó una importante solución para que el bus se conecte con el tren directamente y para que haya un gran espacio de malecón a ambos lados del río, lo cual invitaría a los turistas a pasear por todo el poblado.

Eso haría que se usen los hoteles existentes, que en ese momento se usaban solo hasta el treinta por ciento en su capacidad de alojamiento. Por lo tanto esto le convenía a todo el mundo, porque significaba que en todas partes de Aguas Calientes se participaría de la economía diaria movida por este aforo de 5000 turistas diarios.

También propusimos que el tren tenga un horario extendido y otras cosas más.

Nada de esto se ha hecho. Simplemente algunas parodias de lo que el plan decía y ya vemos lo que pasa.

Estos días hay un escenario que «felizmente» no tiene espantosas tragedias. Pero el primer piso de una cantidad de edificios está absolutamente inundado. La gente ha tenido que escaparse por los techos. El ferrocarril ve sus rieles desmantelados porque el agua se los llevó en un sector importante. Todo está bajo amenaza. La gente tiene que reunirse en la plaza para estar a salvo.

Estamos ante una imagen impresionante de una población completamente alterada en toda su vida cotidiana y esa es una imagen expuesta al mundo, porque Aguas Calientes es Machu Picchu y Machu Picchu es lo que el mundo entero asocia con el nombre del Perú en el turismo.

En resumen, es inaceptable, que lo que son planteamientos serios, profesionales, aprobados, interdisciplinarios y convalidados por entidades internacionales sea sencillamente ignorado.

¿Cuál sería la explicación? hay varias, la más clara para mí es la pérdida de nitidez de a quién le corresponde hacer qué y así resulta de estos institucionales territorios confusos intermedios en los que Ambiente, Turismo, Cultura, el Gobierno Central, el Gobierno Regional en el Cusco, la Alcaldía provincial… no saben a quién le toca. Hay muchos actores.

Bienvenidos. Que todos estén, pero que exista una solución ejecutiva.

El Programa lo era, pero ese Programa debería actualizarse como un Proyecto Específico, con autonomía de gestión, con recursos y con capacidad de materializar las obras que están definidas. El alcalde distrital debe ser uno más, pero no puede ser el dueño arbitrario de las decisiones porque se está en un espacio que es Patrimonio de la Humanidad, y [por lo tanto los caprichos o aciertos según sea el caso, de un alcalde distrital elegido por 3000 ]personas no pueden decidir lo que el Perú entero necesita que ocurra en un lugar simbólico para el país y para todo nuestro futuro del turismo. Que se retoma.

Como sabemos, los 20 millones de pasajeros que tenía el aeropuerto Jorge Chávez van a volverse 40 en pocos años, y el Cusco tiene en obras un aeropuerto. El Cusco es un destino universal.

Esto lo graficamos, como puede verse, con evidencias, tanto de lo grave que está ocurriendo, como de la herramienta para corregirlo que es ese plan nuestro, que en su momento se aprobó.

POSDATA

Esta es mi colaboración por esta vez y postergo para una segunda oportunidad reflexiones que podrían ser análogas sobre lo que está pasando en Ventanilla, en el Callao, donde de nuevo, esta serie de eventos generan un desastre ecológico y estamos ante una situación en la que no se tiene claro quiénes son los responsables para reordenar este escenario y los impactos terminan alterando la calidad de vida, el empleo, los servicios, el futuro.

Ventanilla también es una ventana de oportunidades, porque estamos en el Callao hablando de kilómetros de playas que podrían ser activadas.

Y en el Plan Urbano del Callao, del que fui Asesor Principal, hay propuestas concretas para conectarlo con Lima Norte, hasta con dos túneles cortos que permitían esta interconexión.

Y con un rescate integral de todo el litoral, que hoy día simplemente tiene usos residuales. Postergo para otro momento esto, pero me parece que conviene por lo menos mencionarlo, porque también en estos días tenemos este segundo escenario de desastre, que nos evidencia que necesitamos ordenarnos para que no sigan ocurriendo graves perjuicios totalmente inaceptables.

El escenario crítico actual

El plan urbano y el proyecto de malecón ignorados