TEC INTERMEDIA LATAM 1

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Tecnologías Intermedias para Latinoamericana

Ingeniería Civil • Ed. marzo, 2024

En el mundo de la ingeniería práctica el marco tecnológico para el desarrollo de un proyecto de infraestructura vial sea que se trate de la fase de pre-inversión, inversión o mantenimiento, lo establecen los Términos de Referencia, las Especificaciones Técnicas y en general el contexto normativo que finalmente se establece a priori y que forma parte de los contratos entre el concedente (generalmente el Estado) y las empresas proveedoras, en donde se fijan las condiciones con que son entregados determinados bienes o servicios, y que de manera directa determinan los costos involucrados en los presupuestos.

Entonces, la tecnología a ser empleada en un determinado proyecto vial ya viene preestablecida al momento que se produce la convocatoria al proceso de contratación, ya sea que se trate de una licitación pública o privada, un concurso de méritos, o una adjudicación directa. La empresa que es favorecida con la buena pro sabe de antemano los recursos o la calidad tecnológicos que deberá considerar en la materialización de su contrato, y salvo que se trate de mejoras sustantivas y sustentadas, deberá ceñirse escrupulosamente a las condiciones técnicas convenidas con la contraparte.

Es decir, en la selección y empleo de la tecnología que deberá ser utilizada no hay mucho margen de acción ni discrecionalidad, y de esta manera se ha venido procediendo en Latinoamérica desde hace décadas, y con muy pocos cambios, contrariamente a lo que podría pensarse, para tomar en cuenta las mejoras tecnológicas que surgen cada día, para el aprovechamiento del conocimiento científico que se produce en el mundo actual. Queda claro que este estado de cosas contraviene el principio reconocido que no hay desarrollo económico sin desarrollo tecnológico, lo cual resulta menos que contradictorio en una región que tiene una brecha gigantesca en infraestructura vial de calidad, y una tecnología desconectada en muchos temas, con lo más avanzado y prevalente actualmente en el orbe.

Latinoamérica es una región con una realidad marcada por muchas limitaciones en todo tipo de recursos, pero sobre todo económicos y humanos, en el aspecto formativo académico. Es difícil en esas condiciones que se pueda dar un gran cambio tecnológico que pueda siquiera acercarnos al statu quo del mundo desarrollado, es más, ese planteamiento por más bienintencionado que fuera, al colisionar con la realidad de las restricciones regionales, puede resultar funesto al traer como consecuencia desaliento y frustración en las nuevas generaciones de profesionales. Lo que queda claro entonces sobre lo que se debe hacer, es que, partiendo de un reconocimiento de las limitaciones técnicas propias, avanzar hacia mejoras tecnológicas en forma progresiva, en función a las posibilidades reales de la región.

Un aspecto importante y transversal para el desarrollo tecnológico es el acceso a Internet, fundamental en una región que requiere información, conocimiento y emprendimientos formativos. Por otro lado, las “tecnologías intermedias” surgen como una alternativa para el logro de objetivos similares a los que se obtiene con la tecnología avanzada, pero con menores recursos. De hecho, en Latinoamérica se han venido empleando tecnologías intermedias desde hace décadas, a la luz del concepto que fuera acuñado por el economista E. F. Schumacher1 para describir aquella tecnología que era significativamente más costosa que los métodos tradicionales, pero que permanecía todavía un orden de magnitud diez veces más barata que la tecnología de los países desarrollados. Sin embargo, una no excluye a la otra, pudiendo emplearse en forma conjunta.

Ejemplos de tecnologías intermedias hay múltiples, por ejemplo, el deflectómetro conocido como “Viga Benkelman” y el método de Hogg para el retrocálculo de módulos, para efectuar estudios de evaluación estructural de pavimentos, herramientas ampliamente conocidas y utilizadas en Latinoamérica como una alternativa sucedánea a los denominados métodos avanzados del Deflectómetro de Impacto y los paquetes computacionales comerciales para los cálculos. Otro caso es el perfilómetro estático MERLIN y el método desarrollado en Latinoamérica para el cálculo de la rugosidad de los pavimentos, como una alternativa a los perfilómetros avanzados con sensores láser, y su parafernalia informática para el registro de datos y el cálculo de la rugosidad.

Ambas tecnologías conviven en forma conjunta en Latinoamérica, pero con usos específicos diferenciados, fundamentalmente por los costos de los equipamientos y de operación. Las tecnologías intermedias proporcionan resultados similares o mas conservadores que las tecnologías avanzadas, lo cuál es mas consistente con la naturaleza de los procedimientos en la ingeniería de pavimentos, que tienden a la obtención de resultados más bien hacia el lado de la seguridad, y por otra parte muchas veces son también más adecuadas con la realidad geográfica de los países andinos y con el recurso humano operativo disponible localmente.

Así como los mencionados hay numerosos métodos, equipos y materiales que forman parte de lo que podría denominarse tecnologías intermedias, que se emplean en forma rutinaria en algunos países de la región, como es el caso de las soluciones para el diseño de pavimentos empleando materiales no convencionales (geotextiles y estabilizadores de suelos), métodos para el estudio de pavimentos (Indice Global SEFACE2), métodos para control de campo de pavimentos (Método de Hogg Simplificado), diseño de mezclas asfálticas (Método Bailey), valoración del aporte estructural del concreto asfáltico con polímeros para la reducción de los espesores de capa, diseño de mezclas asfálticas por procesos, diseño de pavimentos para zonas de altura en países tropicales (geotextil-membrana, asfaltos modificados con polímeros elastoméricos), etc. Muchos de estos desarrollos obedecen a procesos simbióticos aprovechando parte de la tecnología avanzada, como es el caso de la tecnología SUPERPAVE en el campo de los pavimentos asfálticos.

Sin embargo, así como hay países en donde concurre una efervescencia que suscita el surgimiento de una tecnología regional propia, como una suerte de tropicalización de las tecnologías avanzadas, o su aprovechamiento en lo posible de acuerdo con la realidad local, también existen países en donde se continúan empleando tecnologías básicas, siguiendo esquemas heredados de larga data y que por inercia cultural simplemente no cambian. En ese sentido resulta sumamente necesario el poner en valor a las tecnologías intermedias, destacando su aporte, difundiéndolas y promoviendo su uso masivo a nivel regional. Ante la ausencia de “canales oficiales” que materialicen estas tareas son las iniciativas privadas de educación continua, capacitación profesional y difusión técnica, los que deben asumir este rol preponderante.

NOTAS

  1. Schumacher, E.F. “Small is Beautiful: A Study of Economics as if People Mattered”. Published by Blond & Briggs, London, 1973.
  2. Acrónimo para SErviciabilidad, FAllas, Condición Estructural. Indice Global desarrollado en Latinoamérica para calificar la condición integral de los pavimentos como parte de la gestión de activos de infraestructura.

Escrito por

Ing. Pablo del Águila

  • Consultor Internacional en Infraestructura de Transportes.
  • Especialista en Pavimentos.
  • Experto en Asfaltos y Materiales.
  • CEO del Grupo Empresarial Camineros y la Fundación Camineros de las Américas.
  • Director del Centro de Educación Continua y Capacitación Profesional Escuela de Camineros, Weston, FloridaUSA.
  • pmdelaguila@caminerosconsulting.com

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